domingo, 26 de abril de 2009

La Unión de los Valores...

Caminaba la ternura sin saber a quien acariciar con sus palabras dulces y sus gestos suaves una suave brisa que pasó por allí, se quedó a su lado. La ternura la miró y la brisa le preguntó si necesitaba algo, a lo que la brisa respondió que no muy discretamente. Pero ambas, se quedaron en ese bello lugar.
Dando giros, arrojando sonrisas y haciendo cosquillas llegó la alegría que las miró, se sonrió y contagiosamente se acomodó juntas a ellas.
Más tarde se incorporaron al grupo la comprensión y el amor incondicional, que como siempre, van juntos a todos lados.
Los sueños venían volando en las alas de un jilguero. La docilidad se apuró para ayudar. Y con mucha prisa la paciencia pudo desenredar el nudo que ataba a los proyectos.
Los secretos corrieron a guardarse en un refugio llamado corazón. La calidez invitó a todo el grupo allí reunido a encender una fogata y cada uno juntó pequeñas ramitas de hierba seca que fueron colocando con mucha armonía y delicado equilibrio. Cuando estuvo listo, la calidez se acercó, posó sus manos sobre las ramas y suavemente comenzó a arder una diminuta llama que fue abrazando toda la gran fogata que se encendía.
A su alrededor se sentaron la ternura, la discreción, la alegría, la comprensión, el amor incondicional, los sueños y los proyectos. La paciencia junto con la docilidad, se ubicó con la armonía y el equilibrio al lado de la calidez. Los secretos espiaban sin salir del refugio del corazón.
Por un instante todos contemplaron el fuego, y más tarde, se tomaron de las manos y juntos al unísono llamaron a ese calor de fogata: "Amistad".
Y desde entonces, estos sentimientos permanecen en el corazón de cada amigo irradiando ese calor que no quema, que te abriga y que te acompaña cuando hay oscuridad.
Ese calor que guardas en tu corazón cuando a tu alrededor hay escarcha. Esa cálida sensación que te guía aunque la distancia te halla separado de su fulgor y su tibieza.
En nuestra fogata de la amistad, cada cual colocó su rama, su hierba seca, el perfume de frutos silvestres o simplemente la chispa para encenderla.
Cada ingrediente se fundió en el fuego, sin diferencias. Otorgándole a esa flama la particularidad de ser única. La simpleza de su colorido en rojo matiz y naranja, y el destello que irradia un calor que alberga quedarse cerca, muy cerca, disfrutando la emoción de verla crecer sin permitir que jamás se apague.

2 comentarios:

Paquita Pedros dijo...

Hola cielo que precioso te quedo tu blog con esta nueva imagen me encanta
tus palabras son preciosas me gustaron mucho
un beso y feliz semana

Sombras en el corazón dijo...

Una bonita experiencia la amistad; y formada por un "coctel" tan espléndido.

Un abrazo

Dale de comer a mi mascota...!!!

Uhmmmm que rico!!!

En la soledad de mi habitación...

En la soledad de mi habitación...
los recuerdos invaden mi espacio!!!


Un alma noble... como la mía!!!



NAVIDAD 2009...

Despidiendo el 2008 en México...

Recuerdos de Guatemala...

Rumbo a Dominicana... Los Kilowaticos!!!

Algunas estrellas de mi firmamento...

Otras estrellitas más...

Pasión de Cristo en El Ateneo de Maracay...

Se acabo la Semana Santa... pero no La Fé!!! Procesión en la Parroquia La Milagrosa en El Limón.

TE QUIERO MAMA!!!

Riete un ratito...!!!