Los búhos ven con las orejas, ya que perciben por medio de ondas.
Los ciempiés oyen con las patas.
Las orejas del burro tiene la característica de algunas personas, son grandes pero de corazón endurecido.
Las orejas de peces, son orejas condicionadas, sólo escuchan lo que les conviene; así muchas personas y es por eso que no crecen.
Las orejas de caballo. Las personas con orejas de caballo, no se pueden concentrar en la Palabra de Dios, siempre están pensando en cosas que dejaron pendientes.
Las del búho que sólo vé con ellas?
Las del ciempiés, en las patas?
Las del burro... pero con corazón endurecido?
Las de caballo... que los afanes de esta vida no nos permite concentrarnos en la Palabra de Dios?
O realmente tenemos orejas de Cristianos, que no sólo escuchamos la Palabra de Dios, sino que la retenemos, obedecemos y la hacemos verdad en nuestra vida y en la de quien nos rodea?
Y la semilla que cayó entre los espinos, éstos son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura.
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