A mis amigas........ siempre presentes!!!

Dios me ha dado una familia pequeña... hasta ahora 2 sobrinitos, y me parece que hasta allí!!! No tengo niños, no tendré nietos... en fín. Somos pocos, pero muy unidos!!!
Y mi familia inmensa, grande, enorme e infinita: mis amigas............... Carol, Saada, Josnan, Sabrina, Doris, Nohemi, Anita, Teresa, Maita, Matilde, Julia, Aura, Alba, Josnan, Dorellys, Javieira, Birmania, Victoria, Fátima, Gilma, Rita, Mari, Carmen, Rosita, María Gracia, Gaudis, Antonieta, Noelbys, Alejandra, Gioconda, Isabel, Francis, Yolanda, Sabina, Mireya, Nancy y me detengo... disculpen aquellas "chicas" que no nombro, pero que igual quiero!!!
Ustedes dirán: donde están los chicos... pues bien, todos bellos, pero como hombres al fin y al cabo, no son de mucho apoyo... pero sí abrazan fuerte: Denis, Rafael, Jonas, Troy, Ramón, Alexander, Niro, Fernando, Miguel, Roldman, Ñoño, Isidro, Alberto, Sidonio, José, Enrico, Americo, etc etc etc.............................................................................................
Y no pueden faltar mi grupo virtual, aquellos que siempre están allí... cada quién sabe quién es quién y no los nombro porque no acabo nunca!!!
A todos los quiero mucho... Sí algo me enseño la vida, es a demostrar amor!!!

Para Ustedes, mis amigas y amigos!!!

Querida amiga:

Una confesión: más que una amiga… te considero mi hermana, y no hay palabras suficientes para dar gracias a Dios de haber sido bendecida al tener tu amistad.
Los tiempos difíciles se superaran poco a poco, apretaron mi garganta en su momento, pero paso la página… Hubo momentos en que me encontraba atrapada y sin salida o tal vez una sola salida, la mas fácil, la de los cobardes: pensé que tendría que morir para escapar a mis problemas. En ese mismo instante apareciste tú, tú y aquella inmensa balsa llamada amistad, y me recogiste del mar frío…
Me aferré a ti como una desesperada, estaba como una loca y solo quería salvarme. Sólo tiempo más tarde pude agradecerte y retribuirte por la increíble muestra de nobleza y de amistad que tuviste conmigo. La verdad es que no sé qué hubiera hecho sin ti, sin tus consejos y sin tu apoyo. La vida me parecía muy difícil para soportarla sola pero con tu ayuda y tu amor he logrado salir adelante y volver a reír y a disfrutar de las cosas.

Tu amistad, amiga mía, fue una gran lección que aprendí de golpe, pero fue el conocimiento más profundo y más maravilloso que jamás ha entrado en mi vida. Ayudar al que esta caído es un sentimiento noble y puro en este mundo de indiferencia y horror, y eso fue exactamente lo que tu hiciste conmigo, me levantaste, y no sólo me levantaste, sino que además me enseñaste a volver a caminar.
Aún diciendo todo esto, ni siquiera logré expresar la mitad de lo que siento por tí, mi amiga… Nunca le había escrito una carta a una amiga, pero para decir la verdad nunca había conocido a un amiga como tú.

Espero que la carta logre su cometido.
Eternamente agradecida, Gilda…